sábado, 1 de agosto de 2015

TALES FROM DUNWICH – Episode 1: Welcome home, my son

Sam retorna a Dunwich, su hogar de la infancia, tras muchos años de ausencia. No acaba de entender porqué su padre, quien precisamente le obligó a irse y cortó todo contacto con su hijo, le envía una carta pidiendo que vuelva. Investigaremos el escalofriante edificio en busca de respuestas y desenterraremos secretos que jamás deben salir a la luz. El juego está basado en la novela de H.P. Lovecraft “El Horror de Dunwich”.



INFORMACIÓN DEL JUEGO
Año: 2015
Género: Terror
Perspectiva: 3ª persona, point & clic
Idioma: Inglés
Plataforma: PC

Lo mejor. Pequeñas dosis de miedo bien ambientadas con el sonido. Para lo breve del episodio saben mantener el suspense.

Lo peor. Pésimo manejo del personaje, no acaba de responder bien al movimiento. Demasiado corto el juego.

CONTROLES

Jugabilidad. Básicamente uso exclusivo del botón izquierdo del ratón. Los lugares/objetos de interés se resaltarán al pasar el puntero por encima mostrando el icono de acción disponible. Lupa/Examinar, Mano/Abrir puerta, Pies/Andar. Con doble clic corremos. La tecla ESC nos lleva al Menú y la tecla TAB muestra brevemente los puntos activos pero casi no se ve. Solo contamos con 4 espacios para guardar. Las Opciones del Menú son escasas, solo control de volumen y poco más.

Inventario. Se muestra situando el cursor en la parte superior de la pantalla.

Diálogos. No hay voces, solo texto, ninguna conversación. Por tanto aquellos que no dominen el idioma pueden jugarlo tranquilamente. Para mejor comprensión de la historia traduciré toda nota o documento y que sirven de ayuda en el hilo argumental.

EN CAMINO

Encarnamos a Sam y de regreso a Dunwich nos hemos quedado tirados en la carretera. Examinamos nuestro coche, se acabó la gasolina y habríamos de conseguir más. Miramos el letrero de Bienvenida y al situar el puntero en la parte inferior del poste derecho debe aparecer el icono de los pies que indica que avancemos hacia ese lado. En el siguiente tramo hay una cabina de teléfono fuera de funcionamiento, continuamos. Apenas hemos dado 2 pasos cuando sentimos un temblor bajo los pies, ¿un terremoto?. Seguimos la carretera, escuchamos ruidos procedentes de la espesura del bosque. Maldita sea.


Proseguimos hasta llegar a una gasolinera abandonada. Examinamos los surtidores, están vacíos, nuestra suerte va empeorando por momentos. Examinamos el coche viejo, no está en condiciones pero aún conserva algo de combustible. Necesitaremos algo para sacarlo. Registramos los contenedores de basura en el lateral izquierdo de la gasolinera, encontramos una manguera pero ni rastro de un recipiente en donde colocar la gasolina. Vamos a la carretera y avanzamos una pantalla más a la derecha. Vemos un camino de tierra que se interna en el bosque.

En la valla al inicio del camino hay un buzón pero Sam se negará a coger correo que no es suyo. Nos internamos por el camino llegando a un edificio abandonado con las ventanas tapiadas. Entramos primero al patio por la valla abierta, examinamos el peluche sobre el balancín y luego vamos hacia la parte trasera de la casa en donde está la caseta del perro. Dentro de la caseta encontramos una llave. Salimos del jardín, andamos hacia la derecha a la parte delantera y abrimos la puerta con la llave. Al entrar en la casa notamos al momento que no está deshabitada como creíamos.


El televisor está encendido y se oye música y un llanto masculino. Examinamos la foto sobre el mueble de la entrada, es de una mujer, ¿porqué su rostro ha sido rayado con algo hasta su total desfiguración?. Examinamos el televisor, su pantalla está destrozada. Miramos los bloques infantiles ante el sofá y luego centramos la atención en una postal sobre el mostrador de la pared izquierda. La leemos y no salimos de la estupefacción al comprobar que está dirigida a nosotros. Qué diablos...

"Mi querido Sam

Oh como has crecido. No puedo decir como nos emociona verte regresar a Dunwich. Ha pasado mucho tiempo, te echábamos de menos.

Bienvenido a casa, hijo mío.

Mr. Whateley"

Probamos entrar por la puerta junto a la escalera, está cerrada, la música y el llanto provienen de ahí. Ascendemos la escalera y nos internamos al dormitorio del fondo. Sobre la cama hay unos binoculares y un retrato. En la foto aparecen una mujer y un bebé. Ella, al igual que la foto de abajo, tiene el rostro desfigurado imposibilitando la identificación. Tras mirar estas dos cosas escuchamos como la puerta de abajo se abre y pasos apresurados que huyen. El llanto ha cesado. Bajamos a investigar y entramos en la habitación ahora abierta. ¿Qué es esa mancha del suelo? ¿sangre?. Y una frase se repite por todas partes “¿porqué padre?”.


Examinamos la nota clavada con un cuchillo sobre la mesa. Es más de lo mismo. Desconocemos que ocurre aquí pero está claro que ha llegado la hora de largarse. De la parte inferior del mueble de la pared cogemos una lata de gasolina vacía, salimos de la casa y retrocedemos hasta llegar a la gasolinera. Combinamos la manguera con la lata y la utilizamos en el coche viejo. Vamos hacia nuestro coche, le ponemos la gasolina y ya podemos ponernos en marcha. Una vez en Dunwich, Sam irá directo a la oficina de su padre.

Examinamos el abrigo y sombrero colgados en el perchero. Es muy raro que su padre saliera sin ellos. Echamos un vistazo al mapa de la pared, tiene muchas anotaciones marcando localizaciones. Sobre el escritorio está el archivo del caso en el que trabajaba su padre. Lo leemos. Estaba investigando desapariciones de personas en la Mansión Poer. Teniendo en cuenta que él también se ha desvanecido sin dejar rastro, quizá debiéramos ir a dicha mansión a ver que misterio encierra.



MANSIÓN POER

Nos hemos desplazado al lugar de los hechos con intención de saber si nuestro padre está aquí. El clima ha decidido adecuarse a la situación amenizando la noche con una tormenta. Fantástico, noche de lluvia en una mansión decrépita y causante de varias desapariciones. Nuestro sueño hecho realidad. Junto a la puerta de salida hay una nota pegada, la leemos.


"Mr. de la Poer

Me disculpo por no poder estar y mostrarle los alrededores de la mansión. Espero que lo encuentre todo a su entera satisfacción.

Debo admitir, que me sorprendió su decisión de no vender la mansión considerando el pasado de su familia aquí.

No obstante, espero que pueda restaurar la mansión a su antigua gloria.

Capitán Edward Norrys"

Sobre la mesita redonda hay un teléfono, lo examinamos comprobando que no hay línea. La sorpresa habría sido lo contrario. Examinamos el cuadro por encima de la mesita, ¿un cementerio? ¿en serio?, los gustos de los Poer en arte dejan algo que desear.  Desde el vestíbulo podemos acceder a 3 lugares diferentes. A ambos lados tenemos puertas que conducen a diferentes alas de la casa y por la escalera se va al piso superior. Comenzaremos por la planta baja mejor. La puerta de la derecha está cerrada con llave, eso nos deja el lado izquierdo para investigar.


Cada ala de la mansión se compone de extensos pasillos a lo largo de los cuales habrán habitaciones que registrar. Vamos a la izquierda, atravesamos el largo pasillo hasta una puerta que da al comedor. Examinamos el retrato en la pared del Barón de la Poer, y leemos la nota que hay sobre la mesa.

“Porqué rayos Mr. De la Poer me ha hecho venir aquí a estas horas es un misterio para mí.

También ha convocado al Dr. Trash y Mr. Thorton. Él dice que es un asunto de gran urgencia con respecto al problema que está teniendo con las ratas en las paredes. Todo esto es una absoluta tontería si me preguntan.

Sin embargo De la Poer nos está pagando muy bien para ello. Solo espero que Thorton no comience a divagar sobre su investigación psíquica de mierda.

Sir William Brinton”

Nos preguntamos quienes serán la gente de la nota. Si se dedicaban a restaurar la casa o a otros quehaceres menos terrenales de tipo paranormal. Continuamos por la puerta izquierda entrando en la cocina. Examinamos la olla sobre los fogones. Alguien ha estado cocinando recientemente. Por el aspecto y color del repulsivo contenido, esperamos con intensidad que solo sea una salsa de tomate mal cocinada. Abrimos el frigorífico. Maldita sea, la visión de una mano cercenada sobre un plato no es muy tranquilizadora. Cogemos la llave que tiene en su palma y decidimos prudentemente retornar al vestíbulo.


Al pasar por el comedor notamos algo raro en el cuadro. Lo miramos otra vez y se nos caen los atributos al suelo, ¿pero qué demonios es eso?. Cualquier persona normal a estas alturas ya estaría saliendo por la puerta principal cagando leches, ¿nosotros?, nooo, a nosotros nos va el masoquismo de seguir investigando. Ya en el vestíbulo, usamos la llave en la puerta de la derecha, la abrimos y entramos. Comenzamos a andar por el pasillo hasta que veamos una mesita con una lamparita encendida. Sobre la mesita hay una posta, la leemos.

“Mi Querido Sam,

Los pasillos de esta mansión solían ser llenados con el sonido de la alegría y risas jóvenes. Fue un tiempo de ingenua inocencia.

Ahora hemos aprendido. ¿No, Sam?.

Mr. Whateley”

Entramos en la primera habitación. Es un pequeño cuarto de estar con un televisor encendido. Al igual que en la casa del bosque la pantalla está resquebrajada. Salimos al pasillo y entramos  por la siguiente puerta. Otro cuarto pequeño con un sofá encima del cual hay un peluche y una cajita. Los examinamos cogiendo un poco de hilo. Examinamos la foto del mueble, se ve a un hombre sosteniendo un grotesco muñeco de ventrilocuo. Atravesamos la puerta tras el sofá dando a un salón con una chimenea. La sangre mancha las paredes, y escrito en una puede leerse:

“Cuando el hijo perdido regrese y vierta la sangre del hombre roto los Antiguos despertarán”. 


Esto cada vez se pone mejor y mejor. Miramos el cuadro a la izquierda de la chimenea. Es un retrato familiar. Sin duda no despertaría nuestra atención a no ser por el insignificante detalle que la mujer se oculta tras un grueso velo y que el niño que está de pie da un poco de grima. Miramos la chimenea, alguien se tomó muchas molestias en taparla con una reja de acero.  Intentamos extraerla pero solo con las manos no podremos. Regresamos al vestíbulo y ascendemos la escalera hacia la 1ª planta. Comenzaremos por el lado derecho a investigar. La primera puerta con la que topamos es un aseo.

En la pica del lavamanos se ven restos de sangre y un patito de goma. Hay indicios que podría haber algo atascado en el tubo del desagüe. Imposible cogerlo con las manos. Examinamos el espejo destrozado ¿qué provocó tal reacción?. Salimos al pasillo, continuamos, pulsamos para entrar en la siguiente estancia cuando la puerta se cierra violentamente. Tras unos segundos de estupor nos arriesgamos a entrar. Es un estudio. En la mesa miramos el libro abierto. Es muy antiguo. Leemos la nota junto al libro.


“Esto es mucho peor de lo que temía. Esas “Ratas” que Mr. De la Poer ha estado escuchando Mr. De la Poer arañando en sus paredes no son ratas de ninguna manera.

No, me temo que esta casa está atormentada por algo mucho peor.

Siendo un investigador psíquico, sospecho que Mr. De la Poer realmente cree que las ratas son algo más que eso. Él dice que tiene algo que mostrarnos.

Thornton”

Vemos que en el estante inferior del mueble hay una caja fuerte, desconocemos la combinación. Salimos y continuamos. La siguiente puerta lleva a un dormitorio. Sobre la cama hay un gancho de pesca del que nos quedamos el anzuelo. Miramos la foto de la pared por encima de la cama. Al momento notamos algo raro... ¿eso es una especie de fantasma colgado al revés?. A eso le llamo yo un jodefotos y lo demás son tonterías. En la cajonera hay una nota, la leemos.

“¡Puedo oírlas otra vez!. Cada maldita noche. Las escucho arañándo. Está siendo más fuerte estas últimas noches. La casa debe estar infestada. Esas malditas ratas en las paredes. Debería llamar a alguien para que elimine el problema por la mañana.”


Salimos al pasillo y continuamos avanzando hasta llegar a la última puerta tras la que hay otro dormitorio. En éste solo nos llama la atención el maniquí. Por alguna razón ese trasto nos pone nerviosos. Retrocedemos hasta el aseo. Combinamos el hilo con el anzuelo y lo utilizamos en el lavamanos. Sacaremos del desagüe una llave. Ahora iremos hacia el ala izquierda. Tal y como pasamos la puerta hay unas escaleras que conducen al ático y una habitación cerrada. Entramos a esa habitación, hay dos mesas, un par de butacas blancas y...espera un momento... ¿algo está arañando en las paredes?. Leemos la postal sobre la mesita redonda.

“My Querido hijo,

Dunwich es un hogar con muchos secretos. La mayoría no los entenderían la gente del mundo exterior. Esta mansión es un lugar muy especial.

Dime, ¿puedes escucharlos?. Lo harás en su momento.

Mr. Whateley”


Salimos al pasillo y ascendemos la escalera hacia el ático. Abrimos la puerta con la llave que sacamos del aseo. Tal y como nos adentramos unos pasos vemos un maniquí en la esquina de la habitación y comienza a sonar la típica musiquilla de “está a punto de pasar algo que hará que te cagues patas abajo”. Esto promete. Nos aproximamos al maniquí para examinarlo. Alguien lo ha usado de alfiletero con cuchillos y hay algo escrito con sangre en la pared. En el pecho del maniquí hay un papelito con unos números, lo cogemos sospechando que se trata de la combinación de la caja fuerte.

Decidimos irnos pero al tocar la puerta Sam dice que alguien viene. Nos escondemos rápidamente dentro del armario y nos quedamos sin respiración al ver “quien” que entra. Mentalmente repetimos “quenomireaquí, quenomireaquí, quenomireaquí...”, hasta que por fin pasa el peligro. Ya solos, no tenemos muy claro si es seguro deambular de nuevo por la mansión. Venga, con un par de huevos, solo es un monstruo con un cuchillo de carnicero. Salimos y nos dirigimos rapidito al estudio de la caja fuerte. Una vez allí usamos el papel con la combinación y cogemos la llave inglesa y una única bala que hay dentro.


Descendemos a la planta baja y vamos todo a la derecha hasta la habitación de la chimenea. Con la ayuda de la llave inglesa sacamos la reja de acero que la tapa descubriendo un pasaje secreto. Aunque a estas alturas ya sabemos que no es buena idea, nos internamos por el pasaje.

LA CUEVA

Aparecemos en una cueva convenientemente iluminada por lámparas de aceite. Avanzamos un buen trecho mirando en cada esquina por la cuenta que nos trae. Llegamos al final y solo vemos un agujero en el muro. Entramos por él y continuamos. Las columnas derruidas nos hacen pensar en un antiguo templo o algo así. Seguimos avanzando hasta una gran gruta que...Oh-My-God...vaya carnicería. Examinamos el cadáver, o más bien lo que queda, y nos quedamos con la pistola.


No por nada, pero realmente es un buen momento para combinarla con la bala del inventario y así tener el arma cargada. Examinamos el bestial charco de sangre con restos humanos. El asunto ya nos supera, decidimos que es hora de largarnos cuando aparece el zombi ese o lo que sea de las narices. Seleccionamos la pistola y en cuanto se acerque disparamos sin pensarlo dos veces. Abatido ese ser, el suelo comienza a temblar violentamente mientras un monstruoso rugido resuena por toda la cueva.

Continuará...



Guía realizada por Chuti.

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